jueves, 22 de noviembre de 2012

Al nivel de los gigantes de la escritura

Cuando comienzo a leer una novela, siempre lo hago con una mezcla de ilusión y escepticismo que, por cruel que pueda sonar, hacen de ese momento un punto clave en el veredicto final de la obra. No deberíamos fiarnos de las primeras impresiones, porque a menudo nos conducen al error, pero instintivamente acabas guiándote de ellas. De ahí que, obras con una fama internacional puedan acabar decepcionándote, o quizás otras que no sean para nada conocidas puedan convertirse en la novela del momento para ti.

Hay novelas que tienen mucha fama, y esa es una carga que no pueden soportar. Sin embargo, hay un pequeño número de ellas que, cuando has leído apenas diez o veinte páginas, te paras, giras el libro, miras el perfil del mismo y sonríes pensando en todo lo que te queda por descubrir. Eso me pasó con La leyenda del ladrón de Juan Gómez-Jurado.

La descubrí de casualidad, me topé con el nombre del autor en la red a causa de una anécdota que protagonizó -más adelante hablaré de ella-, y poco después vi la novela en un centro comercial, leí su contraportada y dije: "mío". A modo de introducción, la trama nos sitúa en la España del siglo XVI, la época de la Armada Invencible, y nos coloca en Sevilla concretamente, para narrar las aventuras de un chaval que tiene que hacer de todo para ir escalando posiciones, ganándose enemigos por donde pasa. Es una novela donde la venganza, el amor y la acción son sus tres pilares básicos. No entraré en más detalles porque, al menos a mí, me gusta comenzar una historia sabiendo por dónde van los tiros, pero sin conocer a fondo su argumento.

Puedo jactarme de tener anotado cada libro que leo, apuntando el número de páginas, mi puntuación personal y un titular con el que describir la novela en cuestión, y he de decir que 'La leyenda del ladrón' ostenta un puesto muy elevado en mi ranking particular, codeándose con la saga de Canción de hielo y fuego o con lo mejor de Ken Follett, con quien el autor que hoy nos ocupa es constantemente comparado. Y no es para menos, porque Juan Gómez-Jurado se ha plantado, con tan sólo cuatro novelas a sus espaldas, en la cúspide de la narrativa española.

Hablemos ahora del autor en concreto. Antes comentaba el momento en el que leí algo sobre Juan Gómez-Jurado por primera vez. La situación fue una polémica en la que, desde su blog, el escritor criticaba la Ley Sinde que tanto defiende gente como Alejandro Sanz. Aun reconociendo que hay un problema con todo esto, el novelista lo afronta de una manera mucho más sobria, menos partidista, y objetando sabiamente que en el problema de la piratería no se puede enfrentar al autor con el público que le da de comer. Todo esto terminó con Alejandro Sanz retándole a poner a disposición del público un libro suyo de forma gratuita, a lo que Gómez-Jurado respondió haciéndolo con una de sus obras. No lo difundió gratis, pero hizo algo mejor: pidió un euro de donación al lector en favor de la ONG Save the children, y su iniciativa tuvo un éxito tan rotundo que instauró de esa forma la plataforma '1libro1euro', declarando así como vencedor de la disputa por KO a Juan Gómez-Jurado.

La leyenda del ladrón es la primera novela que leo de este hombre que, primero me conquistó moralmente, y después, con su narrativa. Así pues, puedo congratularme de saber a ciencia cierta que nos depara un futuro más que prometedor de la mano de Juan Gómez-Jurado, quien a su manera se nos ha presentado como el álter ego de Sancho de Écija, protagonista de su novela, cinco siglos más tarde.

1 comentario:

jcmorenilla dijo...

Tienes suerte, has descubierto un filón interesantísimo. Ahora te quedan tres novelas más de autor por leer, y ninguna de ellas te defraudará. Las puedes encontrar en formato digital en un ejemplo vivo de que el precio no se ajusta a su valor. Suerte.