jueves, 21 de mayo de 2020

Reseña: Acero y cenizas

Aquí estamos una vez más, con una reseña nueva, y de una novela con la que tenía generadas una expectativas muy altas.

Hoy nos vamos a poner con Acero y cenizas, primera novela en solitario de la cántabra Laura Campo. Nos adentramos en el terreno de la fantasía, y lo cierto es que ya iba siendo hora de tener una novela de este género que fuera autoconclusiva. Nos estamos acostumbrando mucho a las sagas, trilogías e historias que van sacando subsagas, spinoffs, precuelas, secuelas, orígenes... Me canso. Precisamente por eso, la novela de Laura ha significado un pequeño soplo, un libro innovador.

A la hora de ubicar el subgénero apropiado para Acero y cenizas, y aunque en su propia sinopsis se la clasifica como épica, yo añadiré que se introduce en el género Grimdark, ya que no te puedes encariñar con ningún personaje, algo que la autora se encarga de demostrarnos ya en las primeras páginas.

Podríamos hablar del estilo narrativo, que trata de ser rico pero sin florituras excesivas. Podríamos hablar de la profundidad de las subtramas, ya que hay dos o tres historias que subyacen a la historia principal.
Pero es en esto mismo en lo que me quiero centrar. La trama argumental te atrapa desde un primer momento, te enseña un por qué debes leer la historia desde las primeras páginas. No es como otras novelas en las que debes esperar a la página cuarenta para encontrar un significado a la historia. Lo quieres ya, y lo tienes ya. Así es Acero y cenizas.

Y los personajes. Shalian eclipsa al resto, eso es cierto. Una mujer que tendrá que luchar contra viento y marea, que deberá imaginar lo inimaginable para doblegar todas las apuestas que la contradicen. A veces, la venganza mueve más montañas que cualquier otro sentimiento, y esta novela es un claro ejemplo. He de apuntar que le he cogido un cariño particular a Lorios, otro personaje destacado en esta novela de fantasía que me ha hecho, por algunos instantes, evadirme del mundo real en el que vivimos.

martes, 19 de mayo de 2020

¡Novela a la vista!

Hay pocas sensaciones mejores para alguien que quiere dedicarse a juntar palabras que la de ver cómo su última creación sale a la luz. Un vértigo desconocido te paraliza, te sientes expuesto ante el mundo entero, te entran las dudas sobre un trabajo del que siempre has estado seguro, pero aun así... es de lo mejor que se puede sentir como escritor.

Ayer, 18 de mayo de 2020, vio la luz la cubierta de la que va a ser mi tercera novela, Los ecos de la mente. Un manuscrito que, pese a ser cortito, llevó sus meses de trabajo, confección de la trama, escritura y, por supuesto, infinitas revisiones. Una historia innovadora y que, creo, será capaz de atraparos como me atrapó a mí a la hora de plasmarla. El trabajo de los beta, como siempre, encomiable, y tras unos meses de parón por el COVID-19, ahora encaramos su puesta a punto para que, dentro de poco, sea vuestro.

Quiero agradecer a todo el equipo de Titanium el trabajo que hay detrás de cada libro que sacan, el mimo que le ponen a su labor y el trato genial y ambiente inmejorable con los autores. Somos una piña (ejem) y eso se ve cada día.

¿Qué plazos tenemos para el lanzamiento de Los ecos de la mente? No lo sé, la verdad. Si fuera por gusto, me gustaría sacar la novela cuando se pueda hacer una presentación presencial, pero la situación en la calle no es muy halagüeña, de manera que imagino que la lanzaremos estando encerrados en casa. En cualquier caso, no os preocupéis, puesto que tendréis acceso a ella desde el primer momento, y esa(s) presentación(es) se realizarán, más tarde o más temprano.

No me voy a enrollar más, esta pequeña entrada la he utilizado solamente como un pequeño cajón en el que volcar mis impresiones, ahora que ya conocéis el rostro de mi nueva novela. Os agradezco a todos, también, la acogida que le disteis ayer, y es que parece que no solo soy yo el que está enamorado de esa cubierta.

Un abrazo, ¡nos leemos pronto!