jueves, 30 de julio de 2020

Reseña: La imagen deformada


Título de la obra: La imagen deformada
Autor: Eduardo Blázquez
Editorial: Filantria
Género: Ficción literaria
Páginas: 323
Enlace de compra (Amazon)ebook (2,99€), papel (13,47€).
Sinopsis“No quiero estar aquí. Tampoco quería que ella eligiese el camino más fácil, pero supongo que alguien deja escrita cada línea de la vida y hoy, ocho de febrero de 2017, es ésta la que me toca ir pisando, en línea recta, sin posibilidad de abandonarla. O no…”
Mayo de 1995. Un hombre, denunciado por su expareja por malos tratos, es detenido y llevado a una evaluación forense. Aquí comienza su periplo buceando por su mente, vagando por sus recuerdos, tratando de descubrir en qué momento de su vida las cosas se empezaron a torcer para acabar siendo sometido a un examen psiquiátrico. Con la responsabilidad de no perder el contacto con la realidad, se perderá definitivamente en esos recuerdos que creía enterrados para siempre, a los cuales su instinto de supervivencia sacará a la luz para su propio detrimento. Porque realmente las cosas no siempre son lo que parecen, y porque a veces son exactamente eso, lo que parecen ser.
La imagen deformada es una historia dura, directa, y que trata de una forma muy real un tema sumamente delicado como es la violencia de género, expuesta desde el punto de vista del acusado, creando un universo paralelo que hará dudar al lector y que le llevará hasta los límites de su conciencia.
En el mundo de la literatura, hay historias que te hacen viajar. En mi última reseña viajamos hasta el Japón feudal, y en cada lectura puedes viajar a lugares y tiempos insondables antes de abrir las tapas del libro (o de darle al botón, si es en formato digital 😋). En la novela que hoy nos ocupa, el viaje no es terrenal, aunque sí vamos a realizar uno al pasado del protagonista. Visitaremos otras épocas de la cultura española (tampoco nos vamos a ir a la Guerra Civil, pero sí podremos comprobar cuánto hemos cambiado en menos de cuatro décadas), aunque lo más importante será el viaje espiritual a través de la mente del personaje principal.
Creo que esta no va a ser una reseña larga, porque La imagen deformada es una novela susceptible de ser destripada, un texto que, con un dato más de la cuenta, puede perder parte de su esencia, de forma que, en caso de duda, me lo voy a guardar para mí.
Conocí a Edu Blázquez a raíz de Twitter, al conocer también al Grupo Filantria y a Gonzalo y Silvia. Todo lo que he escuchado de sus dos obras es positivo, y llevaba tiempo queriendo contrastar esas críticas por mí mismo. Hay ocasiones en las que, de tanto escuchar lo bueno que es un libro (serie, película, grupo de música... aplicable en todo) amplificas el concepto que tienes sobre él, y llegada la hora de la verdad, una especie de decepción te embriaga al no recibir lo que habías esperado.
Pues, en una pequeña porción, me estaba ocurriendo eso con La imagen deformada (sigue leyendo, hasta el final). El manuscrito aborda la violencia de género y las relaciones sentimentales desde el punto de vista del hombre y sus desamores históricos. Dos relaciones sostenidas en el tiempo para dos finales infelices de nuestro protagonista. Eduardo nos va relatando, mediante saltos temporales, su trayectoria amorosa y laboral, desgranando matices que nos serán útiles en la conclusión de la novela. La lectura es fluida, ligera pero con descripciones amplias que te ubican a la perfección. Cometí el error de pensar que se trataba, simplemente, de un buen libro, no tanto como me habían dicho.
¿Sabes esas historias en las que no entiendes nada hasta que la trama hace clic en su desenlace? ¿Esas en las que sabes que te falta algo, y cuando llega, encaja a la perfección, redondeando la historia? Pues La imagen deformada le da una vuelta de tuerca a esta sensación, puesto que tú lees la novela creyendo que lo sabes todo, hasta que el zarpazo final te pone en tu sitio.

Eduardo Blázquez nos presenta una obra que invita a la reflexión y al debate. Un libro del que se puede hablar durante horas, simplemente jugando con las cartas que él ha repartido sobre la mesa. Una historia que pretende abrir (todavía más) los ojos de una sociedad que, en alguno de sus sectores, todavía se niega a hacerlo. La imagen deformada no es una novela donde vayas a ver paisajes maravillosos ni a vivir vidas fantasiosas, sino que es un libro que te va a adentrar en los parajes más inhóspitos del cerebro humano.

1 comentario:

Eduardo Blazquez dijo...

Es un honor leer tu reseña de mi novela. Cuando un compañero, que crea historias, refleja una de las tuyas con tanta clarividencia, el que la ha escrito llega a la conclusión de que el mensaje ha calado. Me siento muy orgulloso de la reseña de mi compañero. Espero que todos los que hayan leído La Imagen Deformada, hayan capatado igual el mensaje que he tratado de transmitir. Le quiero Fer.